Enaltecimos a nuestros ancestros más ilustres. Todavía hay un largo trecho por recorrer, pero lo mejor de las marchas es que dijimos basta a la podredumbre en la política. La Amazonía es maravillosa y la nobleza de nuestra gente es grande para aceptar la mediocridad reinante. Honremos a los jóvenes caídos haciéndonos cargo de la reconstrucción de nuestro futuro. Cuando todas las generaciones nos unimos, nada nos detiene.